Como reactivar la economía y sostener el crecimiento en el largo plazo: Experiencias de algunos países de reciente desarrollo

En los momentos actuales en que nos preguntamos cómo reactivar la economía en la coyuntura actual, buena parte de la respuesta sigue siendo la misma: requerimos transformar las diversas actividades productivas para hacerlas generadoras de mayor valor agregado. De esta manera se generarán más y mejores puestos de trabajo, se podrá combatir la pobreza y reducir la desigualdad. Para esto se necesitan muchas actividades intensivas en conocimiento, las cuales constituyen el corazón de la transición desde una economía de ingreso medio a una economía de ingreso alto. Lograr tal objetivo demanda el desarrollo de capacidades nacionales de innovación a fin de generar un crecimiento sostenido de la productividad. Como bien lo han señalado diversos estudios, Costa Rica enfrenta un grave reto en materia de productividad. La pregunta entonces es ¿qué debemos hacer para enfrentar este reto? Para contestar esta pregunta no debemos reinventar el agua tibia, sino estudiar las experiencias de países exitosos en este campo.

En un reciente estudio bajo el patrocinio de la Academia de Centroamérica (https://www.academiaca.or.cr/programa-vision/productividad-y-crecimiento-economico-experiencias-de-algunos-paises-de-reciente-desarrollo/), se identificaron y estudiaron las principales políticas que implementaron cuatro pequeñas economías (Estonia, Finlandia e Irlanda, así como la Comunidad Autónoma del País Vasco, en España) para lograr impulsar su crecimiento económico mediante un aumento sostenido en la productividad, y alcanzar y mantener el estatus de país de ingreso alto. Las lecciones derivadas de estas experiencias deberían ser usadas en el diseño de la estrategia de reactivación económica de Costa Rica, ya que muchos de estos países partieron de una crisis en su proceso de desarrollo.

Como condiciones necesarias para la transformación productiva, se observa en todos estos países la estabilidad macroeconómica (políticas monetarias y fiscales estables, y política cambiaria realista); la apertura al comercio internacional; la promoción de la competencia para la facilitación de la reasignación de recursos; esfuerzos en la mejora del capital humano y físico, y el desarrollo del mercado financiero (crédito y capitales). Así como el desarrollo institucional necesario para el diseño e implementación de políticas de desarrollo productivo.  

Sobre este último punto, se puede afirmar que para la transformación productiva hacia un mayor nivel de ingresos se muestra como una constante la mayor inversión en I+D, una sólida política científica y tecnológica, incluyendo con diferente grado de esfuerzo una política para el desarrollo de clústeres.

La inversión en I+D y otras políticas de innovación, se justifican ya que las innovaciones y el progreso tecnológico implican la experimentación, la selección y la reasignación de recursos a nivel micro importantes para el desarrollo económico. Es decir, no solo se crean nuevas innovaciones sino también la capacidad de absorción de conocimiento necesaria para el aprovechamiento de las tecnologías existentes. Además, en el proceso de transformación productiva la mayor competencia ha facilitado la reestructuración creativa al reducir la dispersión de la productividad, al eliminar del mercado empresas de baja productividad. El efecto positivo del comercio internacional, por otra parte, apunta a la importancia de la competencia en el mercado de productos y por ende, un mecanismo para la eficiente asignación de recursos. Finalmente, una consecuencia importante de la reestructuración que mejora la productividad se atribuye al surgimiento de nuevas empresas (start-ups / spin-offs), lo que indica la importancia de éstas en la destrucción creativa. Por ello, contar con un clima apropiado para los negocios y un sistema nacional de innovación sólido y eficiente, junto con una muy buena promoción de la competencia, son factores de vital importancia, así como el acceso al crédito y el desarrollo del mercado de capitales.

Una característica importante de las diferentes políticas adoptadas por los países estudiados para promover el crecimiento de la productividad es haberlas diseñado e implementado mediante un enfoque holístico. Es decir, se han diseñado e implementado cuidando no dejar por fuera ninguna política de importancia para el aumento de la productividad. Así al eliminar o reducir las restricciones necesariamente se logra una mayor inversión y un mayor crecimiento. Esto no se obtendría si alguna restricción vinculante aún permanece sin eliminarse o modificarse.

Varias son las tareas que tenemos pendientes en Costa Rica para lograr el aumento sostenido de la productividad y con ello reactivar la economía y hacer dicha reactivación sostenida. Entre estas tareas está identificar aquellos determinantes de la productividad sobre los cuales es necesario actuar con premura a corto, mediano y largo plazo; establecer un orden de prioridades y determinar los requerimientos políticos, legales, institucionales, financieros y de recursos humanos para alcanzar los resultados deseados; definir un plan de acción u hoja de ruta (roadmap) a fin de poder tomar las acciones necesarias, monitorearlas y evaluarlas. Pudiendo con ello, corregir las políticas y obtener mejores resultados a través del tiempo.

Estas tareas plantean dificultades bien conocidas, entre las cuales valga recordar la disparidad de los intereses en juegos, tanto en el sector privado como en el sector público; la oposición de los posibles grupos de “perdedores”; y la estrecha interrelación entre los diferentes factores de los cuales depende el aumento de la productividad. En efecto, en no pocos casos, las posibilidades de avanzar en relación con alguno de los factores determinantes dependen del progreso logrado respecto a otros factores. Esto obliga a actuar en varios campos simultáneamente, para obtener los objetivos establecidos. Por ello es importante contar con la institucionalidad apropiada y por ende, el irla construyendo para lograr los objetivos planteados.

Ahora bien, a pesar de los obstáculos, es ineludible establecer las prioridades, conformar un plan de acción u hoja de ruta, decidir acerca de las responsabilidades y construir la institucionalidad apropiada para tales propósitos. Sólo así será posible alcanzar la meta de aumentar de manera sostenida la productividad y con ello, lograr una reactivación económica y un crecimiento que sea sostenible en el tiempo.

PhD. Ricardo Monge
Socio Consultor Ecoanálisis
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