¿Qué es lo que produce el crecimiento económico? Aunque parezca una pregunta sencilla, los economistas durante mucho tiempo no lograban descifrar esta interrogante. Hoy se sabe que el crecimiento económico es el resultado del aumento en la cantidad de insumos, o sea, la inversión en capital y la contratación de más trabajadores, pero sobre todo por el incremento en la productividad.
Una considerable evidencia empírica demuestra que los países que crecen más que otros, y las regiones que crecen más dentro de un país, lo logran como resultado de mayores incrementos en la productividad. Por lo tanto, la forma en que los gobiernos logran promover el crecimiento económico es mediante la facilitación del aumento en la productividad.
En el siguiente gráfico se muestra que en el caso de Costa Rica, la disminución en la tasa de crecimiento que el país ha experimentado desde los años 90 es explicado por una escasa generación en la productividad. Esto implica que nuestros gobiernos no han realizado un buen trabajo en el diseño de políticas públicas que promuevan la productividad, lo cual es un requisito sine qua non del crecimiento.
Entonces, una agenda de reactivación económica debe enfocarse en los elementos que favorezcan el crecimiento en la productividad. Existe una serie de políticas macroeconómicas que llevan a ello, por ejemplo, un ambiente monetario estable, con inflaciones bajas y poco variables, y sobre todo un balance fiscal adecuado, lo cual favorece un sector financiero más profundo con capacidad de financiar emprendimientos privados de largo plazo. La permanencia de un déficit fiscal alto en Costa Rica ha provocado una fuerte apreciación del colón pues el gobierno se endeuda en el exterior para financiar gasto corriente o aumenta tasas de interés locales para colocar sus bonos, lo cual también atrae capitales internacionales para invertir en bonos de Gobierno. Un tipo de cambio apreciado castiga al sector exportador y al turismo, pues la apreciación no es el resultado de una mayor productividad sino de un desbalance fiscal.
También existen políticas microeconómicas que facilitan el comercio, nacional e internacional, y permiten la innovación y la reducción de costos de producción. Por ejemplo, Costa Rica es un mal ejemplo internacional en relación con el costo de transporte, tanto de personas como de mercaderías. El costarricense promedio gasta una porción importante de su tiempo trasladándose de un lugar a otro, en lugar de estar produciendo, y ello tiene un impacto sobre el precio de los productos, las ventas y la producción.
Otro ejemplo en donde Costa Rica muestra un rezago importante son las regulaciones del mercado laboral. Los países que experimentan mayores crecimientos en la productividad tienen mercados laborales dinámicos, con cargas sociales razonables para no incentivar la informalidad, la cual impide el desarrollo de economías a escala y limita el crecimiento de los negocios.
En cuanto al tamaño del mercado, nuestro país se caracteriza por ser pequeño, pero los gobiernos a través de la historia se han empeñado en hacerlos más pequeños aun mediante la creación de monopolios públicos y privados. Ya la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) nos ha señalado que una de las razones del alto costo de la vida en nuestro país es la existencia de estructuras productivas monopólicas, los cuales son menos dinámicos.
El crecimiento económico está acompañado de una disminución del desempleo y de la pobreza. Nuestro país nunca ha logrado reducir la pobreza cuando el crecimiento anual se ha ubicado por debajo del 4% y estamos muy lejos de esa meta. Por lo tanto, más que una agencia de empleo, lo que urge es diseñar un programa que se desvele por identificar y proponer soluciones para todas las regulaciones que impiden el crecimiento en la productividad.
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