Prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización de Ecoanálisis
Hace aproximadamente 3 meses se dio la aprobación de la Ley 9635 de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. A estas alturas resulta fácil decirlo, no obstante, se deben recordar todas las dificultades y tensiones generadas entre distintos sectores de la sociedad civil.
Este tipo de leyes son muy impopulares, principalmente en lo que se refiere al establecimiento de nuevos impuestos, o a la modificación de los existentes. En un escenario en donde parte de la oposición comprendió que el tema fiscal superaba cualquier interés político, se logró la aplicación de estas medidas, además de un componente importante de contención del gasto en el gobierno central.
De manera complementaria, se negocia en la actualidad la posibilidad de acceder, por medio de los Eurobonos a recursos externos, con el fin de que la necesidad de financiamiento del gobierno (a tasas de interés más bajas) deje de competir de manera tan fuerte en el mercado interno, lo que dejaría estos recursos a la disposición de los agentes privados, pudiendo aumentar la inversión, la contratación y por ende el crecimiento, que ha venido en una secuencia de desaceleración en los últimos trimestres.
Este discurso pareciera tener mucho sentido dadas las condiciones actuales, esto debería ser un mensaje que la población tendría que apoyar. Sin embargo, hay detalles que el público en general está percibiendo que no dejan que la hoja de ruta fluya como se quisiera en el gobierno.
En una línea lógica de pensamiento, se debería tener la noción de que las personas incorporan en su análisis la sensación que se les está tomando de sus bolsillos buena parte de los recursos de esta reforma, pero no ha habido información clara sobre las medidas relativas al gasto. Además de las medidas ya aprobadas en la reforma, se tendrá pronto una discusión relevante sobre la Ley de Empleo Público, otro paso hacia el ordenamiento de las finanzas. Un error de las autoridades ha sido el de no informar adecuadamente al público en general del camino que se está siguiendo, en el cual no solo ellos se verán afectados.
Se ha visto también el énfasis de algunos especialistas en resaltar la contracción económica inmediata que tendría la reforma. Esto no es ninguna mentira, por la reducción en el ingreso disponible, pero no se ha informado de que este shock es transitorio, una vez que se ajuste el comportamiento de los consumidores, se retorna a la “normalidad”. Nuevamente, error de comunicación de los defensores de este proceso.
Y es que si de errores de comunicación se habla, hace poco se dio uno grande. Se tuvo la visita de la misión del Fondo Monetario Internacional. En el informe presentado, se hace una recomendación de, en términos sencillos, buscar la recaudación de más impuestos. El error principal desde el punto de vista estratégico, fue el de decir que “no se descarta” la búsqueda de otro plan fiscal para el futuro cercano.